Mientras avanza el buen tiempo en esta segunda mitad de junio, los últimos alumnos se enfrentan a las pruebas de acceso a la universidad EvAU. Estos exámenes juegan un papel importante en la decisión de su futuro profesional. Entonces, muchos estudiantes o sus padres se preguntarán: ¿qué pasa si suspendes una asignatura en selectividad?
Se trata de las pruebas a las que se presentan más de 200.000 estudiantes todos los años. Las últimas comunidades en celebrar los exámenes son Andalucía, Ceuta y Melilla, que lo harán entre el 13 y el 15 de junio. Asimismo, según el Boletín Oficial del Estado, los resultados se publicarán antes del próximo viernes 30 de junio.
Asimismo, la convocatoria extraordinaria se celebrará antes del 14 de julio y los resultados provisionales se publicarán antes del 21 de julio. Aunque el 96,06% de los alumnos superaron con éxito estas pruebas el año pasado, conviene saber qué hacer si suspendes un examen de selectividad.
¿Qué pasa si suspendes una asignatura de Bachillerato?
Durante la pandemia provocada por Covid-19, se flexibilizaron las normas que a partir de 2022 cuentan con algunas novedades importantes. Anteriormente, aprobar todas las asignaturas del Bachillerato fue una condición obligatoria para presentarse a los exámenes de la Selectividad.
Sin embargo, ya no lo es. La nueva norma aprobada por el Gobierno detalla que sí se podrá hacer las pruebas de la EBAU con una asignatura suspensa en Bachillerato. Lo que supone un alivio para los alumnos que se tropezaron en una de las pruebas. Pero entonces, qué sucede si suspendes un examen de selectividad?
¿Qué pasa si suspendes un examen de selectividad?
Las normas se mantienen las mismas que las de años anteriores. Cabe diferenciar entre las dos partes de las pruebas: la fase obligatoria, conocida como ‘Prueba de acceso general’, y la fase específica. Ya que suspender un examen tiene consecuencias diferentes según la fase a la que pertenezca.
Los exámenes de la fase obligatoria
La prueba de acceso general está formada por cuatro exámenes de asignaturas troncales: Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera, Historia de España y una asignatura elegida por el alumno durante el Bachillerato. Las notas de esta fase tienen un carácter indefinido, y sólo pueden aumentar si el alumno se presenta de nuevo a las pruebas.
Entonces, es posible suspender un examen siempre y cuando la media de estas cuatro asignaturas supere el 4, lo que equivale al 40% de la nota media final. A esto se le sumarán las calificaciones del Bachillerato, las que suponen el 60% restante.
“Cada examen se califica entre 0 y 10 y la nota general de las PAU es la media aritmética de las notas de los exámenes, por tanto, una nota puede ser compensada por otra nota. Además, esta nota se pondera con la nota media de bachillerato, siempre y cuando sea mayor o igual a 4, en la proporción 40% de la nota de la fase general y 60% la nota media del bachillerato”, detalla la web de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Los exámenes de la fase específica
El proceso se complica en los exámenes de la fase específica. Ya que es esencial para los alumnos que quieran presentarse a las carreras con mayor nota de corte. Hay que presentarse a como mínimo dos asignaturas. Sin embargo, los alumnos pueden hacer hasta cuatro exámenes dependiendo del título de grado al que pretenden acceder.
Al ser una una fase voluntaria, las notas no tienen el mismo peso que las de los exámenes de la fase general. Se calcula la media aritmética de los dos exámenes con mejor calificación. La nota obtenida en la fase específica tendrá una vigencia de dos cursos.
A pesar de la creencia común, las altas notas de corte no siempre equivalen a las carreras con más salidas laborales. Aunque es importante seguir la vocación, muchos alumnos se fijan en las carreras mejor pagadas por lo que el factor económico sigue teniendo una importancia en esta decisión.