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MADRID, 9 de junio (EUROPA PRESS) –
El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, bajo el control de Hamás, ha informado hoy que hay 274 personas fallecidas y 698 heridas como consecuencia de los bombardeos llevados a cabo por Israel en el centro de Gaza en el marco de la operación de rescate. Esta acción se efectuó en el campamento de refugiados de Nuseirat y culminó con la liberación de cuatro rehenes.
En un comunicado publicado en su página de Facebook, el Ministerio de Salud de Gaza advirtió que la cifra de víctimas podría aumentar en las próximas horas, ya que muchos de los heridos se encuentran en estado crítico y hay personas atrapadas bajo los escombros.
Más tarde, la oficina de prensa del Gobierno de Hamás en Gaza detalló que entre los fallecidos se encuentran 64 niños, 57 mujeres y 37 ancianos, mientras que entre los heridos hay 153 niños, 161 mujeres y 54 personas mayores.
Hamás ha destacado que la mayoría de las víctimas estaban de compras en el mercado de Nuseirat cuando fueron alcanzadas por los bombardeos israelíes.
El Gobierno de Gaza asegura que los soldados israelíes se infiltraron en Nuseirat utilizando dos vehículos civiles, uno de ellos un automóvil pequeño y el otro un vehículo cargado con enseres domésticos, ropa de cama y ayuda, presentado falsamente como transporte humanitario. Israel ha negado esta versión de los hechos.
Hamás afirma que no tiene pruebas de que en esta operación participaran militares extranjeros -a pesar de que el ‘Washington Post’ mencionó la presencia de una célula especializada de EEUU en la liberación de rehenes- ni de que las fuerzas israelíes utilizaran el muelle de ayuda provisional instalado por Estados Unidos en Gaza. Esta mañana, el Mando Central del Ejército de Estados Unidos, el CENTCOM, rechazó esta posibilidad.
Sin embargo, el movimiento islamista responsabiliza totalmente tanto a Israel como a Estados Unidos “por este crimen catastrófico en el que se derramó la sangre de cientos de civiles inocentes, niños, mujeres y personas desplazadas”.
Los rehenes fueron identificados como la joven Noa Argamani y tres hombres, Almog Meir Jan, Andrey Kozlov y Shlomi Ziv, todos secuestrados durante el festival de música Supernova, uno de los principales objetivos del ataque por las milicias del 7 de octubre.
La operación, llevada a cabo por el Ejército, el servicio de Inteligencia y seguridad interna israelí (Shin Bet) y la unidad antiterrorista Yamam de la Policía fronteriza, resultó en la muerte de un miembro de esta última, el inspector jefe Arnon Zamora, quien fue declarado fallecido durante su hospitalización por las heridas sufridas en la operación.
