Dina Boluarte continúa siendo la presidenta menos popular de Sudamérica.

Dina Boluarte sigue siendo la presidenta más impopular de Sudamérica

Un reciente sondeo realizado por la consultora argentina CB reveló que la presidenta de Perú, Dina Boluarte, se encuentra como la líder con menor respaldo en Sudamérica, incluso por debajo del mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro.

De acuerdo con el estudio, la presidenta peruana tendría un 26.7% de imagen positiva, mientras que su imagen negativa alcanzaría el 68.5%. A pesar de un ligero aumento en su popularidad con respecto al mes anterior (24.8%), esto no es suficiente para sacarla del último lugar en aceptación a nivel regional.

La impopularidad de Dina Boluarte se asemeja a la de los presidentes de Chile, Gabriel Boric (60.1%); de Colombia, Gustavo Petro (57.4%); de Venezuela, Nicolás Maduro (58.4%); y de Bolivia, Luis Arce (52.8%).

Por otro lado, los líderes más populares en Sudamérica son los mandatarios de Argentina, Javier Milei (55.7%); de Ecuador, Daniel Noboa (54.3%); de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (51.3%); de Uruguay, Luis Lacalle Pou (50.8%); y de Paraguay, Santiago Peña (48.5%).

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Como se ha informado, la presidenta de Perú ha alcanzado el nivel más bajo de apoyo ciudadano desde 1980, según la última encuesta de Datum. Solo el 5% de la población aprueba la gestión de la abogada de Apurímac, según este estudio. Esta cifra la coloca por debajo de las tasas más bajas de aprobación que obtuvieron los expresidentes Alan García (6%), Alejandro Toledo (7%), Alberto Fujimori (9%) y Pedro Castillo (19%).

La desaprobación hacia la presidenta también llegó a los principales ejecutivos del país. Una encuesta de Ipsos reveló que el 87% de los CEO en Perú desaprueba su gestión, mientras que solo el 12% la aprueba. Esta cifra contrasta con la del año anterior, cuando el 71% de los gerentes generales estaban satisfechos con su gobierno y el rechazo solo alcanzaba al 29% de los encuestados.

Entre los factores principales que contribuyen a la desaprobación de los ejecutivos hacia el gobierno de Dina Boluarte se encuentran el aumento de la inseguridad ciudadana, la crisis económica y la percepción de debilidad institucional frente al Congreso.

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