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MADRID, 18 de agosto (EUROPA PRESS) –
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha defendido la posición de su país en las negociaciones “complejas” para un alto el fuego en Gaza y ha solicitado a los países mediadores (Qatar, Egipto y EE. UU.) que dejen de presionar al Gobierno israelí y se centren en lo que, a su juicio, ha sido la inmovilidad demostrada por el movimiento islamista palestino Hamás durante todo el proceso.
Netanyahu, en sus primeras declaraciones tras la ronda de conversaciones indirectas mantenida esta semana en Doha (Qatar), ha reiterado que la liberación de los rehenes sigue siendo una “tarea moral y nacional de primer orden” para el país, destacando la dificultad de entablar contactos “cuando del otro lado está una organización terrorista asesina, desinhibida y recalcitrante”.
El primer ministro ha enfatizado que Israel está dispuesto a ser “flexible” en ciertos aspectos, pero “hay cosas en las que debemos ser inflexibles”, sin dar más detalles, aunque los medios israelíes han señalado que una de ellas es la insistencia de Israel en mantener su presencia militar en los corredores que ha abierto en Gaza.
“Debemos mantenernos firmes en los principios que hemos establecido, que son fundamentales para la seguridad de Israel”, añadió Netanyahu antes de asegurar que “son coherentes con esquemas como el presentado en mayo, que cuenta con la aprobación de EE. UU.”.
Por último, Netanyahu recordó que “Hamas, hasta el momento, se ha mantenido en su negativa” a participar y que “ni siquiera envió un representante a las conversaciones de Doha”, por lo que “la presión debería dirigirse a Hamas y a su líder político, Yahya Sinwar, y no al Gobierno israelí”.
“La fuerte presión militar y política es el camino para lograr la liberación de nuestros secuestrados”, concluyó el primer ministro.