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(EUROPA PRESS) – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha recibido este lunes el respaldo de los gobiernos afines que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), ante los cuales ha afirmado su polémico triunfo en las elecciones del 28 de julio y ha denunciado intentos golpistas orquestados desde el extranjero.
En una cumbre extraordinaria telemática del grupo, Maduro ha equiparado la situación actual con el golpe de 2002, criticando que en ese entonces líderes como “el perro de caza del imperialismo” José María Aznar -“con perdón de los perros de caza, que son animales nobles e inteligentes”, ha añadido- se apresuraron a reconocer un régimen “espurio”.
Desde entonces, los presuntos enemigos externos “no han cesado en su intento de tomar el poder en Venezuela”, según Maduro, quien ha denunciado esfuerzos para llevar al país a “un estado de violencia generalizada y a una preguerra civil” coincidiendo con las elecciones del 28 de julio para “luego solicitar una intervención” militar.
El mandatario ha negado la existencia de “una alternativa política democrática” y ha mencionado en cambio a líderes y grupos que “representan los intereses de las oligarquías más conservadoras y que han abrazado en el transcurso de los años la ideología fascista”, sin mencionar en ningún momento a los actuales líderes opositores.
Por lo tanto, ha celebrado la existencia de gobiernos con “coraje” y “patriotismo” que levanten “la voz antiimperialista”, un requisito que considera cumplen los gobiernos de ALBA, una alianza de gobiernos de izquierda que ya habían manifestado su pleno respaldo a las posturas de Maduro al inicio de la crisis postelectoral. Países que, ha añadido, están “en las buenas y en las malas”.
“FELICITACIONES” DE SUS ALIADOS
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha destacado en una comparecencia telemática que “la unidad es la base y esencia de la invencible fuerza de los pueblos en revolución”, en un mensaje en el que ha expresado sus “felicitaciones” a Maduro por su supuesta victoria en las elecciones del 28 de julio.
Para Díaz-Canel, Venezuela enfrenta “una grosera y concertada campaña de desprestigio que busca encubrir otro intento de golpe de Estado” iniciada “prácticamente al cierre de las urnas”. “Si la aceptamos, llevaría a los sistemas electorales a la inoperancia”, ha declarado, respaldando así los informes difundidos por organismos chavistas y cuestionados por la oposición.
El presidente de Cuba considera que la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela que respalda la victoria de Maduro es “inequívoca” y ha señalado que “la voluntad de la mayoría debe ser respetada”. Por ello, se ha solidarizado sin “ninguna duda” con el “compañero” Maduro.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Luis Arce, se ha sumado a las felicitaciones al “hermano presidente venezolano”, ya que considera que lo ocurrido el 28 de julio en Venezuela fue “una práctica democrática”. “Hubo elecciones en Venezuela y hubo un resultado”, ha enfatizado.
Arce también ha mencionado al “imperialismo” estadounidense, al considerarlo “dispuesto a recuperar la hegemonía sobre el espacio que considera su patio trasero” a través de acciones golpistas. Según Arce, la violencia “no puede convertirse en una práctica política en nuestra región y mucho menos reemplazar la voluntad popular”.