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Han pasado más de 20 años desde que la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) entregó su informe final, un documento que, según Iris Jave, doctoranda en Sociología de la Universidad Alberto Hurtado (Chile) e investigadora del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Idehpucp), es un pilar de reivindicación y comprensión del conflicto armado interno en Perú.
“El informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación ofreció un relato documentado, con datos estadísticos y evidencia a las investigaciones, de qué es lo que había pasado en los 20 años de conflicto armado interno en el Perú”, menciona Jave, destacando la importancia de este documento en el panorama histórico y político del país.
Una radiografía del Perú que incomodó a diversos sectores
El informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) no solo integró toda la información existente sobre el conflicto armado interno, sino que también ofreció un análisis profundo y formuló recomendaciones sobre lo sucedido.
Iris Jave recuerda cómo, durante el gobierno del expresidente Alberto Fujimori, se produjeron “crímenes y asesinatos selectivos contra personas solo por el hecho de sospechar que podrían ser terroristas, como el asesinato de los estudiantes de La Cantuta. Eso es inadmisible en una sociedad que se pretende democrática”, subraya Jave.
La investigación y las conclusiones de la CVR, al abordar y criticar a todos los actores involucrados, desde los gobiernos democráticos de Fernando Belaúnde y Alan García hasta el régimen autoritario de Fujimori, han generado rechazo en sectores políticos que, más de 20 años después, siguen cuestionando el informe. “Esta exhaustiva radiografía del Perú incomodó a diversos sectores, porque la comisión habló de todos”, explica Jave.
La Amazonía: Una historia aún por contar
Uno de los aspectos que Jave destaca como un desafío es la necesidad de seguir investigando el conflicto en regiones de la Amazonía. “Creo que todavía es un pendiente, hay que seguir investigando, revelando nuevas dimensiones del conflicto, dar cuenta de los procesos que afectaron a las poblaciones indígenas, particularmente la población asháninka que tuvo una mayor afectación durante el conflicto armado interno”, afirma.
La resistencia de los Asháninkas, quienes en algunos casos formaron su propio ejército o sus comités de autodefensa para enfrentar a Sendero Luminoso, es una de las historias menos conocidas pero de gran relevancia para comprender la complejidad del conflicto en la selva central.
Jave subraya que el informe de la CVR sigue siendo revisado a la luz de nuevos descubrimientos. “El informe final no es un documento estático que se queda en el tiempo, es un documento que ya tiene 21 años y hay nuevas revelaciones, nuevos hallazgos que se deben seguir investigando”, menciona.
“El informe de la CVR no es un documento estático, hay nuevos hallazgos que se deben seguir investigando
“Podríamos hablar también de la zona de Huánuco o Pasco, de la población yanesha, donde todavía hay poca atención de los temas o de las afectaciones que tuvieron que enfrentar”, complementa Jave, haciendo un llamado a que se continúe el trabajo de investigación y documentación.
La búsqueda de personas desaparecidas y las reparaciones: un proceso inacabado
Iris Jave reflexiona sobre los esfuerzos del Estado peruano por reparar a las víctimas del conflicto, resaltando que, aunque se avanza, aún queda mucho por hacer. Desde la creación del Plan Integral de Reparaciones en 2004, existen progresos en las reparaciones individuales, pero Jave señala que “para las víctimas, eso no es suficiente”.
Enfatiza en la necesidad de un reconocimiento significativo que vaya más allá de los bonos o becas, insistiendo en que “eso no es suficiente para reparar una vida o para reconocer esa afectación profunda que se sufrió en ese momento (…) es importante para los familiares saber qué pasó, qué ocurrió, y esa es una respuesta que siguen esperando desde hace más de 40 años”. En el país tenemos más de 21 mil personas desaparecidas durante el conflicto armado interno, es urgente atender esa agenda de búsqueda desde el Estado.
Cada 28 de agosto se recuerda el día en que se entregó el informe final de la CVR al país, a la sociedad, al Estado peruano, a los familiares y a las víctimas, una fecha que conmemora el impacto que sufrieron y que antes no había sido reconocido por el Estado peruano, concluye Jave.