Británicos desafían el Everest usando gas xenón en un ascenso exprés

Un grupo de aventureros británicos ha decidido emprender un emocionante reto: escalar el Everest en solo siete días. Este ambicioso plan incluye el uso de gas xenón, que promete ayudar a los escaladores a aclimatarse más rápidamente a la altitud extrema. Con un costo de 150.000 euros por persona, esta propuesta ha generado tanto entusiasmo como controversia en la comunidad alpinista.

Ascenso rápido con xenón

La expedición, liderada por el guía austriaco Lukas Furtenbach, ha captado la atención mediática no solo por su carácter récord, sino también por su inusual método. Durante su estancia, los participantes volarán primero a Katmandú, donde recibirán un tratamiento que consiste en la inhalación de gas xenón. Tras este proceso, viajarán en helicóptero hasta el campo base del Everest, listos para comenzar su emocionante ascenso.

Una controversia que divide opiniones

A pesar de las promesas de un ascenso más seguro y rápido, el uso de gas xenón ha levantado voces críticas. Muchos expertos en montañismo consideran que esta técnica puede considerarse un tipo de dopaje, ya que el xenón estimula la producción de eritropoyetina (EPO), una hormona que mejora la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno. Algunos alpinistas han expresado su preocupación, argumentando que recurrir a este tipo de ayudas artificiales viola el espíritu del alpinismo.

Impactos del gas xenón en el rendimiento

  • El gas xenón se utiliza en medicina y aeroespacial como anestésico.
  • Se ha demostrado que mejora la aclimatación en altitudes extremas.
  • Existen estudios que sugieren su efecto positivo en la producción de glóbulos rojos.

Según Furtenbach, el uso de xenón no solo es seguro, sino que es una forma innovadora de ayudar a los escaladores a enfrentar condiciones extremas sin los riesgos adicionales de otras estrategias. Sin embargo, este tipo de asistencia artificial plantea preguntas sobre la ética en los deportes de aventura y el verdadero significado de alcanzar la cima.

Otras técnicas de aclimatación

En la búsqueda de superar los límites humanos, muchos escaladores han buscado diferentes métodos para aclimatarse. Por ejemplo, el famoso alpinista Kilian Jornet ha demostrado tener un rendimiento excepcional ascendiendo montañas sin oxígeno suplementario. Durante sus ascensos, Jornet ha enfrentado momentos críticos, como un apagón a más de 8.000 metros, que evidencian los extremos a los que pueden llegar los cuerpos humanos.

Los sherpas, héroes del ascenso

Los sherpas, que han sido esenciales en la historia del alpinismo, continuarán desempeñando un papel fundamental en esta aventura. Ellos conocen la montaña como la palma de su mano y utilizan su experiencia para ayudar a los escaladores a optimizar su consumo de oxígeno, utilizando técnicas como el control de glucosa y lactato durante el ascenso. Sin su ayuda, estas expediciones serían mucho más desafiantes.

El futuro de la aclimatación en el Everest

El uso de gas xenón en alpinismo marca un nuevo capítulo en el enfoque sobre la aclimatación en montañas como el Everest. Con técnicas innovadoras emergiendo continuamente, será interesante observar cómo la comunidad del montañismo responde a estas iniciativas y si ofrecerán un camino hacia ascensos más seguros y eficientes. Esta polémica expedición podría ser solo el comienzo de un cambio radical en la forma en que escalamos las alturas extremas y enfrentamos los desafíos que conlleva.

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