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(EUROPA PRESS) – El Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela han respondido este viernes en mensajes separados a las sanciones impuestas el jueves por el Gobierno de Estados Unidos contra algunos de sus miembros, defendiendo su papel de árbitros en las elecciones presidenciales del 28 de julio frente a las “injerencias”.
En su declaración, el CNE, controlado por el chavismo, califica las sanciones de Washington como un “acto infame de injerencia”, pero promete mantenerse “firme, unido y más fuerte que nunca” ante “cualquier ataque artero”. El Consejo recalca que el resultado del 28 de julio es “incuestionable” y se compromete a seguir trabajando por “la paz y la estabilidad política”.
Por otro lado, critica el sistema electoral de Estados Unidos, considerado “uno de los más patéticos y obsoletos” del mundo, incapaz de garantizar la certeza en sus resultados, generando “muchas dudas”. “El Gobierno de Estados Unidos carece de la autoridad moral para evaluar y opinar sobre asuntos electorales, y mucho menos en Venezuela, donde existe un sistema electoral con los más altos estándares mundiales”, destaca.
El TSJ, por su parte, ha respondido a las sanciones con un comunicado leído por su presidenta, Caryslia Rodríguez, quien es una de las personas ahora incluidas en la ‘lista negra’ estadounidense. Rodríguez ha definido al tribunal como “un pilar de paz” frente a “amenazas externas sistemáticas que buscan debilitar la institucionalidad y la democracia” de Venezuela.
“Nuestras decisiones se han basado en la legalidad nacional para garantizar la justicia ante cualquier obstáculo”, afirmó la presidenta del TSJ, un órgano que respaldó también la supuesta victoria de Nicolás Maduro en las elecciones de julio.