La jefe de la BINUH, María Isabel Salvador
– Europa Press/Contacto/Eskinder Debebe/UN Photo
MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) –
La jefa de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH), María Isabel Salvador, ha advertido este lunes ante el Consejo de Seguridad de la ONU de que «algunos de los peores escenarios» para el país centroamericano «se han hecho realidad en los últimos meses y semanas», donde la espiral de violencia ha dejado más de 2.500 víctimas por incidentes vinculados a grupos armados durante el primer trimestre del año.
Salvador ha recordado que desde que asumió el cargo hace un año ha subrayado las «múltiples prolongadas crisis» que afectan a Haití, instando a una necesidad «urgente de acción», especialmente de cara a las condiciones de seguridad para celebrar elecciones en un país que actualmente no tiene presidente, ni primer ministro, ni Parlamento.
«Proporcioné un relato detallado de la dramática e interminable espiral de violencia sin precedentes en el país. Es imposible exagerar el aumento de la actividad de las bandas en Puerto Príncipe –la capital– y más allá, el deterioro de la situación de los Derechos Humanos y el agravamiento de la crisis humanitaria», ha indicado, antes de lamentar que solamente se ha financiado un ocho por ciento del Plan de Respuesta Humanitaria 2024 para Haití.
En este contexto, la jefa de la BINUH se ha mostrado «dolida» con que sus numerosos llamamientos no hayan evitado la situación actual que sufre el país, con enfrentamientos violentos entre las dos principales bandas, que han dejado asesinatos en masa, asaltos y quema de viviendas. Los ataques sistemáticos contra infraestructura, incluyendo comisarías, o activistas de Derechos Humanos y periodistas, han debilitado las instituciones y profundizado los existentes problemas para el restablecimiento de la ley.
A principios de marzo, los enfrentamientos armados en las proximidades del Aeropuerto Internacional de Haití forzaron la suspensión de los servicios de todas las aerolíneas comerciales, «situación que continúa hoy en día». Si bien las fuerzas de seguridad están trabajando para asegurar el perímetro, y algunas aerolíneas han anunciado que reanudarán los vuelos el próximo mes, lo que permitirá la reactivación de la economía haitiana y la posibilidad de cualquier haitiano de moverse libremente.
PREOCUPACIÓN POR LA INFANCIA HAITIANA
A esto se suma que el impacto de la violencia armada sobre los derechos de la infancia son un motivo de «preocupación particular», ya que han limitado servicios como el acceso a la sanidad o la educación, y han exacerbado la inseguridad alimentaria. Empujados por la falta de oportunidad socioeconómicas, un «alarmante» número de niños han sido reclutados en las filas de las bandas armadas, «donde no solamente están expuestos a morir o resultar gravemente heridos durante los enfrentamientos con bandas o la Policía, sino que cometen actos de violencia».
A su vez, las mujeres y las niñas son víctimas de violencia sexual, incluida la violación colectiva, a manos de miembros de bandas fuertemente armados, ha mencionado la enviada de la ONU para Haití ante el Consejo de Seguridad.
Las cifras provisionales arrojan 2.500 víctimas por la violencia armada durante los primeros meses del año, lo que supone un aumento del 53 por ciento comparado con el mismo periodo del año pasado. Estos números hacen de 2024 el año más violento desde que la sección de Derechos Humanos de la BINUH comenzó las estadísticas hace ya más de dos años, en enero de 2022.
«En este contexto de extrema inseguridad, la Policía Nacional de Haití, apoyada por las Fuerzas Armadas y aconsejadas por la BINUH y otros socios internacionales, ha desplegado esfuerzos inmensos para contener la espiral de violencia en el país mientras que son atacados por las bandas, con algunas operaciones exitosas. Pero la severidad de la crisis actual pone de manifiesto la brecha en la capacidad de las estructuras nacionales y la necesidad urgente de ayuda internacional», ha manifestado.
FALTA DE MUJERES Y JUVENTUD EN EL ORGANISMO TRANSITORIO
Salvador, sin embargo, ha destacado que «en medio de esta abrumadora situación las partes interesadas haitianas han estado trabajando para dejar de lado las diferencias hacia un camino común para la restauración de las instituciones democráticas», con el «primer paso importante» de crear un Consejo Presidencial de Transición diseñado para allanar el camino a la estabilidad. Este organismo, ha indicado, debe priorizar un plan de acción para la seguridad a corto plazo y debe prestar atención a las miles de personas desplazadas.
En cuanto a la constitución de este organismo, ha celebrado que los miembros elegidos «representen nueve grupos de una amplia gama de actores políticos, el sector empresarial y la sociedad civil», aunque «faltó la participación de organizaciones de mujeres y jóvenes».
«Aliento a las partes interesadas a que sigan trabajando y mantengan el mismo espíritu de colaboración y compromiso, dejando de lado las diferencias de interés exclusivo de Haití y su pueblo, así como facilitar los procesos en los que las mujeres, jóvenes y grupos minoritarios tengan la participación que les corresponde en todos los órganos de toma de decisiones que definirán el futuro de Haití en los años venideros», ha expresado.
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