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(EUROPA PRESS) – Los partidos que forman parte del Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierda en Francia han acusado al partido del presidente, Emmanuel Macron, de caer en contradicciones que terminarán beneficiando a la ultraderecha en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, después de que destacados candidatos hayan ignorado la consigna oficial de retirarse en las llamadas ‘triangulaciones’.
Francia se divide en circunscripciones uninominales, por lo que los escaños no se asignan por listas, sino candidato a candidato. Tanto el NFP como En Común, la coalición de Macron, han acordado retirar a sus candidatos si quedan en tercer lugar en la primera vuelta, en aras de un voto útil contra la ultraderecha.
El coordinador de La Francia Insumisa (LFI), Manuel Bompard, ha declarado este martes en una entrevista con BFM TV y RMC que su partido ha retirado “entre 40 y 50 candidatos” y, en cambio, ha acusado a la mayoría presidencial de “poner en peligro los resultados del domingo” por su falta de “claridad”.
El actual primer ministro, Gabriel Attal, que busca la reelección, insistió el lunes por la noche en que una mayoría absoluta del partido de Marine Le Pen y Jordan Bardella sería “catastrófica”, aunque en los últimos días se han evidenciado también las tensiones internas dentro de En Común.
La ministra Dominique Faure anunció este martes que se retirará en su circunscripción por “responsabilidad”, después de que así se lo solicitaran Macron y Attal, a pesar de haber amenazado con llegar “hasta el final” menos de 24 horas antes.
Otra candidata afín a Macron que se niega a ceder, Anne-Laurence Petel, ha denunciado un “acoso digital” por parte de La Francia Insumisa, partido que muchos en el frente macronista clasifican como extrema izquierda, equiparándolo, por tanto, a Agrupación Nacional en términos de riesgos.
Sin embargo, el secretario general del Partido Socialista, Olivier Faure, apuntó en las redes sociales que los argumentos de Petel son “ridículos”, porque, en el caso de su circunscripción, el candidato con más opciones frente a la ultraderecha no es de LFI, sino socialista.
NO HABRÁ COALICIÓN
Las encuestas sitúan a Agrupación Nacional y sus aliados de Los Republicanos como favoritos para obtener una mayoría en la Asamblea Nacional, pero no aseguran que será absoluta, lo que llevaría a escenarios de pactos o directamente a la ingobernabilidad.
Attal ha propuesto una “mayoría plural”, extendiendo una mano a la izquierda, que desde LFI se han apresurado en rechazar. “El objetivo es gobernar con un Gobierno del Nuevo Frente Popular después del domingo”, dijo Bompard.
En este sentido, el coordinador ‘insumiso’ ha descartado la posibilidad de una coalición y ha enfatizado que su partido no entrará en ningún gabinete si no es para “aplicar su programa”.
“GOLPE DE ESTADO ADMINISTRATIVO”
Por otro lado, en el lado de la derecha, avanzan hacia lo que esperan sea una nueva victoria, aunque Le Pen dejó claro en France Inter que Bardella no será primer ministro si no cuenta con una mayoría absoluta.
La ex candidata presidencial, ya elegida como diputada de la Asamblea Nacional en la primera vuelta, acusó a Macron de maniobrar ante un posible gobierno de derechas, cometiendo lo que ha llamado “un golpe de Estado administrativo”.
Con estos términos se refirió a supuestos movimientos del presidente para designar varios altos cargos, ahora que también controla el Gobierno, una teoría que Le Pen dijo conocer por “rumores”. Entre los puestos que estarían en juego, según Le Pen, figuran varios vinculados a las fuerzas de seguridad.