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El Gobierno dispuso el personal y unidades móviles de las Fuerzas Armadas para respaldar a la Policía Nacional en la garantía del orden constitucional y la seguridad de la población en Lima y Callao, durante el paro nacional de transportistas.
El ministro de Defensa, Walter Astudillo Chávez, junto con el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, coordinaron las operaciones para asegurar el orden y la circulación libre de la ciudadanía a través de un vuelo que partió de la Base Aérea de Las Palmas.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas permitió el despliegue de más de 3,900 efectivos, además de patrullas móviles y fijas en puntos estratégicos de diversos distritos, como Los Olivos, San Martín de Porres, Comas, San Juan de Lurigancho y Lurigancho-Chosica, entre otros.
La intervención de las fuerzas policiales y militares se llevó a cabo en zonas de alto índice de inseguridad de los distritos mencionados, como el mercado Unicachi, óvalo de Caquetá, óvalo de Naranjal, paradero Ñaña, Tomás Valle, entre otros. Los efectivos desplegados ayudaron en el control de identidad para identificar posibles acusados.
Además, un total de 38 autobuses de las Fuerzas Armadas (18 del Ejército, 10 de la Marina de Guerra y 10 de la Fuerza Aérea) fueron desplegados en diferentes puntos de la capital para garantizar el transporte seguro de todos los ciudadanos con dificultades de movilidad.
Estos autobuses se destinaron al traslado gratuito de la población en Santa Anita, Ancón, Collique, San Martín de Porres, Chorrillos, Villa El Salvador, San Borja y Santiago de Surco, asegurando así que el país no se detenga.
