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MADRID, 26 Jul. (Portaltic/EP) –
Las Olimpiadas de París son el anzuelo perfecto para los ciberdelincuentes, que aprovechan el interés que genera el evento para iniciar campañas maliciosas simples y convincentes, que dejan a muchas víctimas de fraudes.
Estas campañas maliciosas abarcan una variedad de modalidades y formatos de estafas, que van desde la clásica venta de entradas falsas hasta supuestos regalos ofrecidos por compañías móviles a turistas y visitantes de Francia, que podrían enfrentar costos elevados si no toman las medidas de seguridad recomendadas.
Estos incidentes se han estado viendo desde hace algunos meses y no se limitan a los días del evento, que comienza este viernes 26 de julio y termina el 11 de agosto. Así lo señaló la propia organización en su página web en mayo de este mismo año, cuando alertó a los usuarios sobre personas y entidades que estaban suplantando su identidad para distribuir entradas gratuitas para la ceremonia de apertura.
Específicamente, los ciberdelincuentes afirmaban colaborar con el Comité Olímpico y Deportivo Nacional Francés para entregar boletos a cambio de un pequeño pago destinado, en teoría, a costear su envío a una dirección física.
Los ciberdelincuentes han lanzado diversas campañas de fraude para obtener información y dinero de las víctimas, aprovechándose también de crear sitios web falsos que pretenden ser oficiales.
En estos sitios, lo más común es introducir un formulario solicitando datos como nombre, teléfono o correo electrónico para enviar la entrada que se está comprando. Una vez que se proporciona un método de pago, como una tarjeta de crédito, los ciberdelincuentes la utilizan para acceder a las cuentas y apoderarse de todo lo que contienen.
MÁS ALLÁ DE LAS WEBS FRAUDULENTAS
En el contexto de esta competición se han creado varios sitios web donde supuestamente se vende merchandising oficial, como camisetas, uniformes, pines, gorras y otros accesorios, todos a precios bajos para atraer a usuarios menos conscientes de su seguridad.
Además de arriesgarse a no recibir sus pedidos, los usuarios ponen en peligro la privacidad de sus datos y dejan sus tarjetas bancarias en manos de los ciberdelincuentes.
Los ciberdelincuentes también han notado que durante los días de los Juegos Olímpicos, París y otras ciudades francesas que albergan las competiciones deportivas se convierten en puntos de encuentro para turistas que buscan asistir a ellos.
Por ello, han puesto en marcha campañas maliciosas ofreciendo paquetes de datos y conexión a internet como regalo, prometiendo evitar que los visitantes gasten mucho dinero en roaming, según lo recordado por Kaspersky en su blog.
La empresa de ciberseguridad expuso que un plan estándar de telefonía con 40 GB de internet y llamadas ilimitadas en Francia tiene un precio de alrededor de 11 euros. Proporcionar estos servicios de forma gratuita implicaría un gasto de 168 millones de euros, lo que hace poco creíble la propuesta de estos estafadores en línea.
CÓMO EVITAR ESTAS ESTAFAS
Frecuentemente, el mejor consejo es aplicar el sentido común y desconfiar de todos los sitios web u ofertas que parezcan demasiado atractivos para ser reales. Los Juegos Olímpicos son una competición global reservada a unos pocos y que genera muchos ingresos, lo que debería hacer reflexionar sobre la autenticidad de cualquier cosa relacionada con ellos que, por lo general, tiene precios altos.
Por eso, solo se debería confiar en lo ofrecido por el sitio web oficial y no adquirir entradas o recuerdos relacionados con el evento deportivo en fuentes no oficiales. En este caso, lo más conveniente es utilizar exclusivamente su sitio web oficial. Este cuenta con una plataforma oficial de reventa, que debe ser la única vía para comprar o vender entradas para los eventos deportivos.
Desconfiar de regalos de desconocidos es otro de los consejos fundamentales para evitar ser víctima de una estafa. En caso de que una operadora ofrezca gigas gratis a cambio de datos personales, lo mejor es rechazar la oferta.
También es recomendable utilizar una tarjeta virtual o ‘eCash’ con un límite de gasto específico al comprar entradas o merchandising de los JJOO. No es una solución infalible, pero puede dificultar los intentos de los ciberdelincuentes de vaciar las cuentas bancarias de sus víctimas.
Estas tarjetas se recargan desde otras tarjetas de crédito o débito, o desde una cuenta. De esta manera, se puede ingresar exactamente la cantidad solicitada por un producto determinado. En el caso de una web fraudulenta, los estafadores solo podrán obtener el dinero disponible en esa cuenta, sin poder acceder a la cantidad depositada en la cuenta bancaria.