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MADRID 4 de octubre. (EUROPA PRESS) –
El antiguo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se unirá el próximo jueves a la campaña electoral de Kamala Harris rumbo a la Casa Blanca con su presencia en un evento en Pittsburgh, marcando el comienzo de una iniciativa que lo llevará por varios estados en disputa con el objetivo de impulsar el apoyo a la candidata del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Según informaron fuentes cercanas a la vicepresidenta a medios estadounidenses, la intención es que Obama participe activamente en la etapa final que Harris está preparando en varios estados cruciales, donde los votantes aún no se han decidido entre la vicepresidenta y el candidato republicano y ex presidente, Donald Trump.
En un comunicado recolectado este viernes por el ‘Washington Post’ y el ‘New York Times’, el asesor principal de Obama, Eric Schulz, ha señalado que el ex presidente “está haciendo todo lo posible para lograr la elección de la vicepresidenta Harris” y se enfocará en adelante en “persuadir y movilizar a los votantes en los estados decisivos en disputa”.
“Muchas de estas elecciones se resolverán en el último momento y aquí nadie puede dar nada por sentado”, añadió el asesor del ex presidente.
De acuerdo con fuentes de la cadena NBC, Obama también grabará anuncios de radio e internet en apoyo a los candidatos demócratas al Congreso, parte de los cuales se están disputando al mismo tiempo que las elecciones presidenciales.
De hecho, este mismo viernes Obama respaldó a la congresista demócrata por Michigan, Elissa Slotkin, quien aspira a obtener un escaño en el Senado de los Estados Unidos en noviembre.
Con esta decisión, Obama se posiciona a favor de Harris después de ciertas dudas iniciales sobre la candidatura de la vicepresidenta, anunciada el 22 de julio pasado en medio de la noticia de que el actual presidente, Joe Biden, no buscaría la reelección, lo que representó un cambio dramático en la carrera electoral.
Es importante recordar que en un principio Obama expresó ciertas reticencias hacia el respaldo total a la vicepresidenta, sugiriendo en su lugar un proceso abierto dentro del Partido Demócrata. Sin embargo, tanto Obama como su esposa, la ex primera dama Michelle Obama, terminaron ratificando su apoyo a Harris, demostrado en su presencia en la Convención Nacional Demócrata de agosto, donde la vicepresidenta fue confirmada como candidata.
