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MADRID 28 de octubre (EUROPA PRESS) –
Este lunes, las organizaciones afines a Evo Morales han aumentado la presión sobre el Gobierno de Bolivia, que comenzó hace quince días, con nuevos bloqueos, especialmente en Cochabamba, después del ataque contra el ex presidente.
Se han establecido al menos 22 puntos de bloqueo, 18 de los cuales están en Cochabamba, incluido el aeropuerto de Chimoré, y varios más en las vías de acceso que conectan la región con Oruro, Potosí y Santa Cruz, según la prensa boliviana.
Las protestas se han intensificado en las últimas horas después del intento de asesinato del que denunció haber sido víctima el ex presidente Morales cuando su vehículo fue atacado por “un grupo de élite” de la Policía y el Ejército. Un hecho negado por el Gobierno, que ya ha ordenado una investigación.
Uno de los últimos lugares ocupados por los manifestantes ha sido el aeropuerto de Chimoré, donde permanecerán hasta que el presidente Luis Arce presente su renuncia, a quien acusan de estar detrás de este ataque que ocurrió cuando el ex presidente viajaba de Villa Tunari a Lauca Ñ.
Este ataque es el último episodio de una crisis política que ha dividido a la izquierda boliviana, pero que también tiene repercusiones en toda la clase política del país. Un sector vinculado a Morales presiona para destituir del poder a Arce, a pesar de que el ex presidente no está habilitado para presentarse a unas nuevas elecciones.