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La más reciente encuesta del Instituto de Estudios Peruano, encargada por el periódico La República, generó controversia debido a la caída en la aprobación de la mandataria Dina Boluarte, quien apenas cuenta con un respaldo del 5%. Además, el 77% prefiere adelantar las elecciones mientras que el 19% opina que es mejor que el gobierno complete su mandato constitucional hasta el 2026.
Lo que no ha sido resaltado por los medios es cómo se perfilan actualmente las posibles elecciones adelantadas. En los corrillos políticos, se menciona la posibilidad de una candidatura de Alberto Fujimori, quien con sus 85 años apenas consigue un 0,7% de votos favorables. Keiko Fujimori lidera, de manera muy limitada, con un 3,3%.
El temido Antauro Humala resulta ser un monstruo bastante insignificante, con solo un 1,5% de preferencias, igual que el encarcelado Pedro Castillo. Llama la atención que Antauro, pese a llevar tiempo en campaña y realizar constantes viajes por el país para difundir sus ideas disparatadas, peligrosas e ignorantes, tenga apenas 18 menciones entre un total de 1227 encuestados.
También resulta llamativo el 0,3% de César Acuña, lo que refleja sus escasas posibilidades. El APRA aparece con un 1%, aunque aún no se ha identificado un candidato. Martín Vizcarra tampoco logra levantar cabeza, siendo considerado una especie de temor para ciertos sectores. Los expresidentes Ollanta Humala y Francisco Sagasti brillan por su ausencia. Figuras que llevan un buen tiempo en la palestra, como Jorge Nieto, tampoco se hacen visibles.
Una esperanza de los sectores centristas como Alfonso López Chau apenas llega al 0,4% de apoyo.
En contraste, casi el 59% no tiene claro quién será su candidato, y el 21% asegura que no votará por ninguno: una abrumadora mayoría del 80%. Una cifra bastante similar al 77% que desea el adelanto de las elecciones.
A pesar de la urgencia por adelantar las elecciones, no tenemos la más mínima idea de por quién votar.
¿Cómo interpretar un escenario tan peculiar, incluso dentro de los estándares peruanos?
Con sus variaciones, las elecciones posteriores al fujimorismo se han caracterizado por contar con un candidato o candidata de derecha, como Lourdes Flores y Rafael López Aliaga, otro de centro o centro-derecha con posibilidades de movilidad, como Alan García, y aquel que conquistó el particular sur del país. Allí han destacado Alejandro Toledo, pero también Ollanta Humala y Pedro Castillo. Sin embargo, este escenario no es estático. En elecciones como las del 2016, Pedro Pablo Kuczynski logró superar a Verónika Mendoza por poco en un departamento clave como Arequipa (donde, por cierto, Keiko estuvo igualmente cerca con el 24%). En el 2021, sin embargo, solo consiguió un 5% de los votos en primera vuelta en la región characata.
Se supone que en la actualidad el sur del país se encuentra muy descontento. Pero al igual que con el resto, la distribución de preferencias está lejos de estar definida para las próximas elecciones.